Desde el jeroglífico S11 de Gardiner, transliterado como wsh y traducido por 'collar' (Gardiner 1957: 505).
Es el collar “grande” o “ancho” por excelencia, cubriendo toda la parte superior del pecho.
Está formado por varias filas de cuentas que a menudo representan elementos vegetales en la primera. El número de filas (entre 6 y 15, la mayoría de los funerarios de 9), la composición, el color y el aspecto general varían enormemente de unos a otros, como puede comprobarse entre los ejemplares recuperados por los arqueólogos, o entre los representados en cualquier forma de arte. Además de las filas de cuentas, el collar se conformaba con dos extremos planos desde donde parten todos los cordones de sujeción de los adornos, y un contrapeso que cuelga de la espalda del usuario. Este contrapeso aparece raras veces en las escenas donde el collar se lleva alrededor del cuello, pero siempre está representado en los "frisos de objetos" de los sarcófagos del Reino Medio, junto al usejet para especificar que las dos partes eran complementarias. Existe una clasificación estilística de los extremos que hemos aludido: a) semicirculares, que aparece desde el Reino Antiguo y que perdurará a lo largo de la historia faraónica; b) la cabeza de un halcón, cuyo primer testimonio es de finales de la IV Dinastía y que también estará muy extendido a lo largo de la historia faraónica; c) una cabeza humana que aparece una sola vez en el Reino Nuevo; d) flor de loto que surge desde el Reino Nuevo.
Fue usado por hombres, mujeres, dioses, diosas, símbolos divinos y difuntos a lo largo de la historia egipcia. Desde simple adorno corporal, el collar usejet adquirió muy rápidamente el carácter de un objeto ceremonial, de culto y religioso. Ya bajo el Imperio Antiguo es una importante joya funeraria que se colocó sobre la momia durante el entierro. En el Reino Nuevo, el Libro de los Muertos contiene el capítulo 158: "fórmula para el collar de oro, puesta en el cuello del bendito". Finalmente el collar también contiene un cierto significado profiláctico que se desarrolla hasta convertirse en exclusivo durante el período ptolemaico. Existían ciertos ritos tanto para los muertos como para las estatuas divinas: así, el rito de ofrecer el usejet se encuentra en la escena LIV del Ritual de la Apertura de la Boca: según la fórmula, el collar revive al muerto, y lo protege contra cualquier desintegración (Handoussa 1981; Schweitzer 1998: 337).
Este jeroglífico se transcribe de muy diversas maneras (ousekh, usej, wesekh, usekh, usejet, que es la aquí elegida).